Uno de los parámetros que se usan para analizar la eficiencia reproductiva de una granja son los días no productivos (DNPs). Su definición es bien sabida, es todo aquel día que una cerda no está produciendo lechones, por lo tanto todo aquel día en que una cerda no está gestante o lactante.

Aunque quizás no sea de los parámetros más comúnmente analizados, es de gran utilidad, entre otras cosas por su fácil traducción a datos económicos: basta multiplicar estos DNPs, por su coste unitario, que actualmente puede rondar los 3-3.5 €, para saber el impacto económico que estamos teniendo con ellos.

Vamos a ilustrar esta pregunta con dos casos:

1. Intervalo alta-1ª cubrición. En muchos sistemas y programas de gestión, asumimos como días no productivos desde que una nulípara entra en una explotación (o la seleccionamos en el caso de auto-reposición) hasta que llegamos a cubrirla.

Pero claro, lo que estamos haciendo en ese periodo es preparar bien a la cerda (estimular y detectar celo, controlar su crecimiento y condición corporal…), hasta que llegue el momento y condiciones ideales para poder cubrirla por primera vez.

Por lo tanto, de una manera indirecta, estamos trabajando en un proceso que debería ser obligatorio para que la cerda produzca lechones de forma correcta durante su vida productiva. Así que deberíamos tomar como no productivos solo aquellos días por encima de la edad establecida como objetivo a la primera cubrición.

2. Intervalo destete-1ª cubrición. La situación es muy parecida, se toman como días no productivos a partir del día de destete, pero la cerda necesita un periodo mínimo de 4 días (salvo alguna excepción) para desencadenar todo el proceso hormonal que lleva a la expresión del celo y a la posibilidad de volver a quedar gestante.

De nuevo, de forma indirecta la cerda está produciendo lechones durante esos días. A partir de ese 4º día serían realmente días no productivos.

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